El motor de corriente continua es una máquina que convierte la energía eléctrica en mecánica, principalmente mediante el movimiento rotatorio. En la actualidad existen nuevas aplicaciones con motores eléctricos que no producen movimiento rotatorio, sino que con algunas modificaciones, ejercen tracción sobre un riel. Estos motores se conocen como motores lineales.
Esta máquina de corriente continua es una de las más versátiles en la industria. Su fácil control de posición, par y velocidad la han convertido en una de las mejores opciones en aplicaciones de control y automatización de procesos.
Como muchas personas nunca llegan a ver un motor de c-d, o a reconocerlo si lo ven, existe la creencia generalizada de que los motores de c-d no son importantes. Esta idea errónea se ha reforzado porque en las últimas décadas muchas máquinas herramienta han cambiado su fuente motriz de motores de c-d de velocidad variable a los tipos más recientes de motores de c-a, los cuales tienen una gran capacidad de velocidad variable. En realidad, por el contrario, la importancia de los motores a c-d ha crecido continuamente en los últimos años.
Todos los motores de los automóviles son de corriente directa, desde la marcha hasta los a auxiliares, incluidos los calefactores y los motores de los asientos. Hasta el automóvil más simple tiene por lo menos una marcha y un motor calefactor/desempañador. Muchos tienen asientos, ventanillas, acondicionadores y limpiaparabrisas, todos eléctricos, incluso las ventanas traseras en algunas vagonetas. La lista es grande. Es probable que haya alrededor de 300 o 400 millones de motores c-d en servicio sólo en Estados Unidos. Existe un modelo 1996 de Mercedes-Benz que tiene ¡60motores!
Continuamente se hacen investigaciones sobre el motor de tracción de c-d para el servio de ferrocarriles. Casi todos los trenes de los principales países industrializados son eléctricos diesel o eléctricos puros. Sólo algunos de ellos tienen motores de c-a, aunque el número de unidades de c-a está aumentando. En la actualidad, la mayor parte de ellos mueve las ruedas mediante motores de tracción de c-d. Una locomotora eléctrica moderna a lleva un motor por eje, de manera que cada sección de una locomotora diesel tendrá al menos cuatro motores de tracción. Algunas tienen seis, y a veces hasta ocho. A menudo hay cuatro o más secciones por cada locomotora, con la multiplicación de cantidades que esto conlleva.
Los trenes subterráneos metropolitanos y varios otros tipos de trenes de transporte rápido llevan motores eléctricos de c-d, por lo común con dos a cuatro motores de tracción por locomotora. Aun los pocos trolebuses que quedan usan motores de c-d.
Es probable que haya, extensivamente, cierto desarrollo de motores de inducción lineales de c-a con el resurgimiento de los sistemas urbanos de transpone de alta velocidad. Sin embargo, esto se contempla sólo como una fracción especializada del total de la nueva construcción. Parece inevitable que vaya a haber una significativa nueva producción de vehículos automotores particulares movidos por energía eléctrica o alguna combinación con ella en las próximas décadas. La motivación principal de esto, surgida a fines de la década de los sesenta y a principios de la de los setenta, fue la de encontrar un vehiculo no contaminante para uso urbano. A mediados de la década de los setenta, la preocupación generalizada por la carestía de combustible, que aún no llega, se sumó a la presión por obtener vehículos eléctricos, ya que el motor de c-d consume la energía en forma eficiente.
La energía que consumen todos estos motores proviene de diversas fuentes. En los automóviles actuales la energía se obtiene del combustible líquido que mueve al motor de gasolina rotatorio o reciprocante. El motor, aun si es un Wankel rotatorio, mueve a un generador o a un alternador que suministra energía eléctrica. Cuando el vehículo se detiene y el motor principal se apaga, la energía eléctrica se obtiene de la batería, que viene siendo un depósito de energía.
En las locomotoras, la energía de c-d por lo común proviene del generador de c-d que se mueve por el motor o motores diesel, en los que se usa combustible líquido. Los vehículos eléctricos urbanos casi siempre se alimentan con energía de c-d desde un tercer riel cercano al nivel del suelo, o bien desde un sistema de alambrado aéreo. Esta energía de c-d viene de convertidores o rectificadores en subestaciones que, a su vez, obtienen su corriente eléctrica de c-a desde plantas centrales de energía eléctrica movidas con algún combustible fósil como gas natural, aceite sin refinación relativamente pesado o carbón. Algunas, incluso, son plantas nucleoeléctricas.
Si se investiga hasta llegar al fondo, resulta que casi todos los trenes y los vehículos de transporte rápido son movidos por motores de c-d. Es entonces muy evidente que los técnicos e ingenieros modernos deben procurar entender estos tipos de motores flexibles y eficientes.
viejito gracias por tener este blog, si supieran de el estaría atestado de fans, jorge h
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